jueves, 15 de febrero de 2007

Vergonzoso!!!

Un dia mas se suma al collar de hechos que integran una realidad desgastante para los que nos encontramos inmersos en el escenario político, político y mas político, de la Provincia de La Rioja...
Quizás personas que se encuentren ajenas al conocimiento o información de lo que estamos padeciendo en esta Provincia, no entiendan la repetetiva y enfática aparición de la palabra Política en este escueto escrito; y es que en La rioja, como en muchas Provincias y Municios de nuestro País, se teje una trama reticular de poder, donde anidan el nepotismo, la concentración exacervada del mismo, el derroche y manejo de fondos públicos en favor de una clase dirigente cuyo status quo, se niegan a resignar, apelando a todos los medios posibles, particularmente aquellos que desconocen lo etico.
La sociedad esta descontenta, asqueada, molesta y los niveles de distorsión en la representatividad de los que nos gobiernan, se vuelven cada vez mas inusitados.
Una lucha entre los que por mas de tres gestiones de gobierno en la provincia, fueran la fórmula exitosa, ganadora y detentadora de todo el poder por estas tierras, se divorcio a nivel personal (pues ideológicamente no presentan distinciones) y aquel antagonismo irreconciliable se dirime por sus protagonistas en la escena pública, en el desempeño de sus cargos y funciones, en sus áreas respectivas, involucrando a personal administrativo, entorpeciendo la capacidad de respuesta y prestancia de servicios a los ciudadanos y contribuyentes, pues no cesan de estar ocupados en sus campañas por defenestrarse los unos con los otros, los "mazistas" con los "bederistas". En el medio del ojo de la tormenta , el pueblo sigue siendo subestimado, denigrado y omitido en sus intereses, pero "La hora de los Pueblos" siempre llega y quizá en nuestra Provincia teníamos que padecer mucho para madurar políticamente, pero finalmente tendremos nuestra oportunidad, aunque mucho se haya hecho para reducirnos la capacidad de generar cambios, podremos pronunciarnos, primero en la consulta popular y luego en las elecciones (procedimientos que también quieren modificar y manipular) comprometidos con nuestras conciencias y con el presente que queremos para nosotros y para los que vendran.

domingo, 11 de febrero de 2007

La Política que no queremos los riojanos

Aires “Desinstitucionalizantes”

Llegamos a fin de año con un clima de tensiones inusitadas en los ámbitos político e institucional en nuestra Provincia (La rioja). Quizás los últimos hechos acaecidos poco tiempo atrás, representen álgidos momentos de una escalada de vergonzantes acontecimientos que ya venimos padeciendo el pueblo riojano en virtud de nuestros malos representantes.
Es sorprendente observar el accionar de autoridades que ostentan cargos de alto contenido de compromiso social, cayendo en las mas bajas actitudes de quienes se resisten a cualquier límite legal, institucional- democrático.
Estos días fuimos testigos de cómo en nombre del pueblo (de nosotros), fue vulnerado el andamiaje del régimen republicano, democrático y constitucional ante manifestaciones de miserabilidad y mezquindad política, como lo demuestra lo sucedido en la legislatura provincial. Pues no saben los dirigentes mazistas y “sus contratados”, que el recinto legislativo, conforma la meca de la legalidad en nuestra provincia, no saben a caso que aquellos diputados a quienes les entorpecen su desempeño y las condiciones para el normal funcionamiento de sus competencias fueron elegidos por el pueblo, también ignoran que el descaro con que organizaron las últimas afrentas mediáticas con alto contenido de violencia, es repudiado por la sociedad, quien ya no cree ni se refleja en ese no pequeño grupo que esta en el poder desde hace mas de una década y no hace mas que dar sus últimos coletazos de resistencia a precipitar su statu quo, pues “aquellas puebladas” de los días jueves y viernes, con su prolongación en vigilia, no eran puebladas, salvo que por puebladas se entienda la convocatoria de personas mediante el ejerció de la presión, la amenaza y el apriete. Todos los riojanos lo sabemos y estamos hartos que en nuestro nombre y en el de nuestros intereses aquellos dirigentes desvergonzados salgan a convocar gente mediante órdenes, con la autoridad de las instituciones que utilizan a sus propios fines.
Al retrotraer esos lamentables momentos de nuestra historia reciente no puedo evitar como ciudadano sentirme dolido y asqueado, pues creo que llegó el momento en que como pueblo hagamos valer nuestros derechos civiles, políticos y sociales, e impostemos al unísono una voz potente diga basta a la impunidad del poder político que destruye, basta a la mentira y a la propaganda personalista y corporativista!
Soy un ciudadano riojano y como tantos (mayorías) soy Peronista, y quiero expedirme a esos dirigentes que se llaman peronistas, que ya no engañan a nadie, que el peronismo es una filosofía de vida y demasiado nos cuesta cargar con el peso de las culpas de personajes pueriles que enarbolan nuestras banderas y se llaman compañeros como si supieran vivificar el contenido del justicialismo real.
Viendo el contexto político actual, queridos hermanos riojanos, sin caer en pesimismos agónicos, debemos reconocer que tenemos que preocuparnos y ocuparnos cívicamente por mejorar nuestras condiciones de vida. No parece haber alternativa, pero no repitamos los errores que luego han de volverse agobiantes. Reflexionemos y hagamos Provincia.



Marcos Torres

Latinoamérica...

Viaje a Bolivia y a Perú

El sábado 20 de enero de 2.007, un grupo de personas, entre ellos amigos, conocidos y otras yerbas, embarcamos en bus camino a la norteña Provincia de Jujuy para iniciar un viaje que significaría para todos los que compartiríamos tal experiencia, un acontecer de vivencias de alta riqueza para nuestras historias de vida.
Quizá todo pueda comenzar a explicarse desde la naturaleza de la formación de este naciente equipo de personas, que de algún modo convergíamos en aquella empresa que habría de llevarnos a descubrir nuevas realidades.
Entre ellos algunos apenas nos conocíamos, o éramos amigos, como en lo personal, me tocó compartir con mi amiga Romina, una catamarqueña adorable con quien curse los primeros años de nuestra carrera universitaria y con quien la vida de algún modo siempre me encontró cerca, manteniendo los lazos de la amistad perennes.
Otros quizá no estábamos unidos desde un vínculo tan preciado como la amistad, pero por aquellas fuerzas energéticas, muchas veces inexplicables, tendríamos algún núcleo de “algo” en común, para terminar relacionados y observar más de una cosa que nos identificaba.
Así las cosas, que no son casuales, nos encontramos el domingo 21 en san salvador de Jujuy, tanto los que partimos desde la rioja y Catamarca (Paola, Ezequiel, Romina y Yo), como los que habían arribado a esa ciudad un día antes, tanto desde Cba. Como desde La rioja (Gustavo- el ideólogo del viaje- , Erica y María Laura).
Nuestro destino era Bolivia, pero antes de llegar a la ciudad que deseábamos conocer, teníamos que pasar por los trámites migratorios y tomar contacto con la primera localidad de la vecina Bolivia: Villazón. La idea era seguir viaje hacia Potosí, con las escalas que tuvieran lugar, pero la primera parada sería en esa misma Ciudad una noche, en un albergue lúgubre y austero. (Los caminos hacia Potosí estaban bloqueados)
Al día siguiente, bien temprano, proseguimos camino hacia Potosí, donde llegaríamos a la tarde y donde nos recibiría el dueño de un hostal, para llevarnos hacia el en su camioneta. Aquel lugar era acogedor y cómodo. Habríamos de pasar allí dos noches.
La ciudad de Potosí es hermosa, sus calles angostas, desniveladas por los altos y los bajos que dibujan el irregular sentido de sus antiguas casonas, veredas y caminos.
La montaña es un marco inmutable para la ciudad de temperaturas bajas, donde nos sorprendió un verano frío, mas para nosotros procedentes de zonas cálidas.
Allí comenzó el disfrute, a cada paso una postal visual: los balconcitos coloniales, las farolas avejentadas, las personas con pasos tranquilos y los sitios que ofrecían buena comida, bebidas y hospitalidad.
Una experiencia singular tendría lugar en dicha ciudad: “la visita a las minas”
Fuimos una mañana con un grupo de turistas en un tour hacia la mina del rosario, donde ingresaríamos hacia el interior de la misma y observaríamos a los trabajadores mineros en una situación de expoliación y explotación laboral pocas veces vista por nuestra parte.
Todo era propio de una cultura ajena a la nuestra, sus creencias, modos de vida y demás, lo que hacía que no dejáramos de sorprendernos. Aunque lo mas triste era tomar contacto explícito con la triste realidad que comparten cientos de personas que se dedican a trabajar sin prácticamente ningún resguardo.
Antes de terminar con la vivencia en la mina potosina, cabe contar como ofrecen el “espectáculo de la dinamita”, ofreciendo a los turistas el material explosivo para que ellos mismos exploten, o bien explotándola para la observación atónita de todos nosotros. (muy loco)


Pasada nuestra estadía en la alta Potosí, proseguimos rumbo hacia la Ciudad de La Paz, vía Oruro. Allí fuimos alojados en un hotel llamado la joya, enclavado a los pies del alto, la zona de la ciudad que presentando los clásicos desniveles en altura respecto del centro, es lugar de residencia de vendedores, (muchos ex mineros) y en ella proliferan las ferias de los mas variados productos.
La zona no era de lo mejor, pero el hotel era muy cómodo y contaba con una buena estética.
Los dos días que allí nos quedamos, naturalmente fueron muy tranquilos. Visitamos sus atractivos y sitios mas importantes: plazas principales, catedral de nuestra Sra. De La Paz, casa de Gobierno y Legislatura., pero lo que mas me gustó de esa ciudad fue la conocida calle Jaens, que presentaba semejanzas con algunas callecitas angostas de San Telmo, pero con desniveles y estrechos mas pronunciados, con su adoquines y balcones antiquísimos. Allí se encontraban varios museos que pudimos recorrer.
Pronto seguiríamos nuestro rumbo hacia el destino mas valorado creo por todos: Cusco.
Así un 28 de enero a la tarde llegamos a la terminal de esa ciudad, luego de un considerable viaje. Nos hospedamos en el hotel Koricancha tanto viernes como sábado y definitivamente fue una ciudad que logró atraparme por su belleza e historia impregnadas en toda su fisonomía. Allí recorreríamos sus mas importantes museos: regional, contemporáneo, popular, el monasterio de Santa Catalina, sus iglesias y plazas, en fin…hasta el goce en la noche cusqueña, sería parte de su atractivo, ciudad turística por donde se viera. Los días siguientes nos encontrarían en Aguas Calientes, donde haríamos escala para ascender a la anhelada Ciudad Inca de Machu Pichu. Así resultaría el día domingo bien temprano, con una lluvia muy presente…
No obstante recorrimos la Ciudad Inca, mojados todos, ninguno omitiría el ascenso al Waynapichu, el pico mas alto de la Ciudad con su mirador imponente, pero claro la niebla nos seguiría en todo el camino. Aún con ella el paisaje y las sensaciones no eran menguadas, personalmente viví momentos únicos, y necesariamente como suele sucederme, pude abstraerme del grupo para encontrarme con Dios, su omnipresencia y grandeza y mi ser tan finito y frágil, gozando de aquellos instantes por su generosidad.
Creo que allí, en esos momentos, se escribe un capítulo muy particular del relato, que cada uno interpretará según sus propias vivencias y vicisitudes.
El regreso a Aguas Calientes fue caminando, algo agotador, por lo que esa noche todos caíamos extenuados y mas rápido pasaría por la mañana que nos precipitaba a regresar a Cusco. Al medio día una vez en Cusco, la mayor parte del grupo viajó hacia Puno, Romina, Patricia y yo continuamos en esa la ciudad Cusqueña, recorriendo algunos sitios de nuestro interés. Recién a la noche partimos con Romina hacia Puno donde arribaríamos a la madrugada y donde decidimos continuar viaje esa misma mañana, destino Copacabana para visitar ligeramente la Isla del Sol del Lago Titicaca. Allí haríamos noche y según aseguré a Romy, no pararíamos hasta retornar a “La Patria”…
Así nos dispusimos al medio día siguiente, rumbo a La Paz y nos sorprendería el encontrarnos con Patricia y Andrea, colegas cordobesas que habrían coordinado con nuestro grupo en los inicios para realizar el viaje, pero que en el transcurso por diversas razones nos fuimos desmembrando. Pero por esas cosas, “…por aquellas fuerzas energéticas, muchas veces inexplicables…” allí estábamos nuevamente. Seguimos camino juntas, las cuatro esta vez y allí comenzaría la “Odisea del Regreso”, debido a que los buses salían a la hora en que eran arreglados en su mecánica…no faltaron entredichos y malos momentos con gente que nos quería cobrar de mas “dije: por ser argentinas”, viajes largos con gente que excedía la capacidad de los ómnibus, etc…pero pese a que no pude quedarme callada ante esas situaciones, fue infructuoso todo lo que dijéramos…
Entonces hicimos desde Copacabana a La paz y desde allí a Potosí, donde estuvimos todo el día hasta la salida del transporte que nos llevaría hacia Villazón.
El día fue agradable, pues Potosí es una Ciudad que nos supo conquistar, con lo cual recorrimos algunos sitios que nos gustaban y volvimos también al hostal que nos hospedó nuestra primera estadía en la ciudad. Romy recuperó su teléfono olvidado en aquel paraje y e el mismo pudimos asearnos como todas deseábamos (no contamos con la practicidad y el estilo de los mochileros…lamentablemente…).
Una vez salidas de Potosí, por el camino de tierra que nos condujo a Villazón, el viaje fue atroz, por lo incómodo y los pequeños percancillos acaecidos…pero así y todo llegamos a la frontera Argentino – Boliviana, para continuar viaje, ya con la alegría de encontrarnos en nuestra tierra.
De allí en mas sobrevinieron los muchos buses que debimos abordar para volver a nuestros pagos, pues la demanda era muy alta y para poder orientarnos hacia nuestros destinos no tuvimos mas remedio que “tomar lo que había” e ir a cuenta gotas hacia nuestros hogares.
Unas antes y otras después y luego de habernos separado de las chicas (Pato y Loly) ya desde Jujuy, todas llegaríamos ese domingo a nuestros hogares, pero claro, el regreso no nos iba a ver volver del mismo modo en que partimos casi una quincena antes, pues veníamos llenas de enriquecedoras experiencias, con nuestras retinas, oídos, olfatos y piel, colmados de escenas únicas, que jamás olvidaremos y que nos dieron cuenta sobre mas de eso del “Ser Latinoamericanos”, de aquello tan divergente y tan convergente a la vez, de tanta historia repetida a los largo de los andes y tanta situación acallada por indeseable, negada y omitida por los monstruos grandes que pisan fuerte.

Romina Bruculo

"La Política"

Es curioso analizar un término que presenta tanta distancia entre su conceptualización y la praxis objetiva que desde ella se despliega, esto es la disociación de un término con sus significantes. Si queremos partir desde el concepto de la misma, caeremos inevitablemente en un túnel con numerosos caminos que de el pueden desprenderse, ya que al término puede ser empleado cuando nos referimos a la política de un estado, la de un sindicato, la política de una empresa, o la determinada por algún movimiento social, entre otras.
Sin embargo puede aceptarse consensuadamente y no siempre concienzudamente, como “la actividad organizada bajo la égida de poder orientada al bien común”, cuya significación guarda mayor conexión con la institución moderna del estado.
Aquí ya aparece esa distancia entre lo que pretende expresar la acepción de política y lo que realmente implica en situaciones de hecho.
Cabe citar lo expresado por el sociólogo alemán Max Webber en un discurso ofrecido, por este en Munich, ya en su vejez: “Política significará, pues, para nosotros, la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen”.
Desde tal vertiente, política constituye una unidad inseparable con el término “poder”, y siendo así, su orientación ética o la ausencia de ella, pasaría a ser cuestión de segundo plano, pues lo que representa pone de manifiesto la presencia de esa capacidad de influir en otros, propia de los que detentan el poder.
El poder entonces constituye la esencia de lo político y el poder puede o no guardar vinculación directa con el bien común o solo subsidiariamente favorecer a esa orientación teleologica ética.
Bajo estas consideraciones se presenta a la política, desde una visión realista, sin eufemismos, mas próxima a la actividad y sin ambigüedades, entendiendo que las cosas hay q llamárselas por su nombre, aunque los maquillajes que se pretendan utilizar, vengan a ser funcionales a las necesidades que posean quienes son los usuarios y poseedores de poder.

Romina Bruculo
Politóloga